Un partido con todo el drama de la lesión y la recuperación para ganar facil esta serie para Serbia..!! |
BOISE, EE.UU: Con nueve juegos consecutivos, Novak Djokovic cerraba el partido frente a Sam Querrey y aseguraba el pase de Serbia a las semifinales del Grupo Mundial en la Copa Davis por BNP Paribas.
Tras dos horas y 35 minutos de acción, el número 1 del mundo remataba la faena arrollando a su rival con un resultado final de 75 67 61 60. Serbia se ponía 3-1 en el cómputo final, sin necesidad de que se disputara el quinto punto.
No todo fue tan fácil para Djokovic al principio del encuentro. Saltaban las alarmas cuando el serbio se caía al suelo en el tercer juego de la primera manga. Con ocpión de break a su favor, 30-40, Djokovic se elevó para golpear una potente derecha, pero al caer su tobillo derecho se inclinó hacia donde no debía. Las repeticiones ofrecidas por la televisión hacían presagiar lo peor.
El líder mundial recibió tratamiento intensivo en la pista, pero le costaba mucho poner peso sobre su pie derecho. Volvió a la pista y consiguió romper el servicio de Querrey, poniéndose 3-1, pero una doble falta en el sexto juego devolvía la igualdad en la primera manga, 3-3.
Djokovic rompía de nuevo en el undécimo juego, gracias a una derecha a la red de Querrey; y en el juego siguiente, con bola de set a favor, el americano fallaba un revés ancho, y el serbio se anotaba la primera manga.
El segundo set seguía estando muy igualado, con ambos jugadores manteniendo sus saques. También en el undécimo juego Djokovic volvía a disponer de dos opciones de rotura, pero el americano lograba salvarlas. En el siguiente juego era Querrey quien tenía dos bolas de set, pero no conseguía poner la bola dentro. El set se iba al tie-break.
Aunque Djokovic seguía jugando y dándolo todo, se podía apreciar que no estaba al 100%, siempre tratando de proteger su tobillo derecho tanto al sacar como al golpear durante los puntos.
Entonces Querrey volvía a disponer de pelota de set, y ahora sí se hacía con la muerte súbita, ayudado por un error del serbio, estrellando su derecha contra la red.
Con un set iguales en el marcador se esperaba que el partido ganará en competitividad. Pero entonces era Querrey el que tenía que hacer frente a problemas físicos. El pectoral derecho le estaba molestando, y sus servicios habían pasado de las 125 millas por hora a menos de 100. Se le iba su principal arma.
Para poner la cosas más complicadas, Djokovic parecía haber encontrado su ritmo y olvidarse del tobillo vendado. El serbio ganaba con facilidad sus saques y conseguía romper en dos ocasiones el servicio de su rival, en el segundo y sexto juegos, para cerrar la manga en tan sólo 26 minutos.
Los anti-inflamatorios ya habían hecho efecto y el número uno del mundo se encontraba jugando a placer con un americano mermado, sin su mejor arma, el saque. Djokovic, en cambio, puso en pista todo su arsenal en el cuarto y último set. Se llevó once de los últimos doce juegos del encuentro para finiquitar el partido, y dar así el ansiado pase a las semifinales a Serbia.
Tras la conclusión del encuentro el campeón afirmaba: “Me siento fenomenal y muy orgulloso de lo conseguido aquí. No ha sido fácil. Hemos ganado a un gran equipo, el más exitoso en esta competición”.
Sobre el percance comentaba: “Me asusté bastante al principio. Tuve mis dudas sobre lo que iba a pasar y cómo iba a reacciona mi tobillo”.
Djokovic sentenciaba: “Jugar para tu país es diferente, es una responsabilidad, me encanta jugar para mi país. Creo que el deseo de ganar es lo que me ha llevado a la victoria, puse el doble de energía y motivación”.
De hecho, el capitán serbio, Bogdan Obradovic, lo tenía claro: “Cuando tienes a alguien que es el número uno del mundo, lo tienes todo en tu equipo”.
“Estoy muy orgullosos de él, es un gran competidor, y nos da mucha energía durante los entrenamientos y los partidos”.
Por su parte, Sam Querrey valoraba: “En los primeros dos sets jugamos grandes puntos, a un gran nivel, estábamos muy ajustados y hubo muchos iguales en el marcador”. “Luego Novak jugó mucho más relajado y fue a por sus golpes, poniendo muchos reveses sobre la línea de fondo”.
“Di todo lo que pude dar de mí. Ahora vamos a cargar las pilas para estar listos de cara al año que viene”.
El capitán americano, Jim Courier, hacía hincapié en la lesión de su jugador: “Si el saque de Sam pasa de 130 millas a 110 cuando tienes enfrente al mejor restador del mundo, esto se convierte en un gran desafío”.
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