Una vez más, Rafael Nadal. El español tuvo nuevamente una
gran semana y por quinta vez en el año terminó el domingo como ganador.
En esta ocasión su última víctima fue el suizo Stanislas Wawrinka, por un sólido 6-2 y 6-4,
en la definición del Masters 1000 de Madrid. Pavada de torneo. Por eso,
no sin antes destacar los días soñados de Pablo Andújar, la enorme actuación de Kei Nishikori y la estupenda victoria de Grigor Dimitrov, sobre todo esto fue escogidó a Nadal como La Figura de la Semana.
Sus
números impactan. No dejan de asombrar, se miren por dónde se miren.
Desde su vuelta a las canchas, tras estar siete meses inactivo por una
lesión en una rodilla, llegó a la final de todos los torneos que
disputó. Y cinco de ellos quedaron a sus pies: Madrid, Barcelona, Indian
Wells, Acapulco y San Pablo. ¿Sus únicos verdugos? El argentino Horacio
Zeballos, en Viña del Mar, y Novak Djokovic, en Monte Carlo.
Y
hay más estadística que sustenta su presente, claro. Nadal logró por
séptima vez en su carrera alcanzar cinco títulos en una temporada, algo
que no había logrado en los últimos dos años. Además agrandó su rótulo
de ser el más ganador de los Masters 1000 con 23 (lo sigue Roger
Federer, con 21) y alcanzó a Thomas Muster en cantidad de títulos sobre
clay con 40. ¿Su próximo reto? Llegar a los 46 del argentino Guillermo
Vilas.
Nadal, con 55 títulos y 23 finales, tuvo una
semana bárbara en Madrid. De punta a punta. Por eso, tras la
consagración, no extrañan sus palabras. "Este torneo no pudo haber sido
mejor para mí", explicó el español tras levantar la copa de campeón.
"Estoy muy feliz y quizás esta victoria es aún más especial si se
considera lo complicado que ha sido este año", explicó el número cinco
del mundo, que tiene un récord de 31 triunfos y dos derrotas desde su
retorno a las canchas, en febrero.
La actuación del
exnúmero uno del mundo en la capital ibérica tuvo un punto de inflexión,
sin dudas, en cuartos de final. Ahí llegó a estar contra las cuerdas,
pero, pasado el mal momento, se abrió camino y avanzó con jerarquía. Su
compatriota David Ferrer lo tuvo 6-4 y 4-2, pero Nadal jamás perdió el
rumbo. Dio vuelta la historia y lo sumó a su lista de derrotados, que
había comenzado con el francés Benoit Paire y el ruso Mikhail Youzhny.
Luego, además, también le puso un punto final a las ilusiones de Andújar
y al intento de segundo título seguido a Wawrinka.
¿La
rodilla? Alguna que otra duda. En el choque ante Youzhny se lo pudo ver
con muecas de fastidio y gestos de dolor. Sin embargo sus palabras
fueron esclarecedoras. "Tengo molestias habitualmente, días más y días
menos, pero los resultados durante esta temporada han sido muy buenos; y
eso es lo importante, que estoy jugando otra vez". Y agrego: "Si algún
día la molestia es mayor, y no puedo seguir, tendré que parar. Es cierto
que a veces me quedo más resentido y se me puede notar más, pero es mi
día a día".
Así, día a día, Rafa encara su
temporada. Una temporada soñada. Que ahora tendrá dos escalas que se
presentan como grandes desafíos: Roma y Roland Garros, que será su
primer Grand Slam desde su vuelta. Lo cierto, estos días fueron bárbaros
para Nadal, La Figura de la Semana.
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