Si revisas el listado de honor del Topshelf Open -que por un tiempo fue el único torneo sobre césped en Europa continental- un nombre sobresale del resto: Patrick Rafter, que fue campeón en 1998, 1999 y 2000.
Como un sacador y voleeador natural, su juego era ideal para el césped. Ganó 15 partidos seguidos en el torneo ATP World Tour 250, lo cual le aseguró tener buenos desempeños en Wimbledon.
"Me sentí invisible en Rosmalen", dijo Rafter a ATPWorldTour.com. "Las
canchas eran húmedas y de bote bajo. Era más difícil hacer golpes de
fondo por lo que la red era el lugar para terminar los puntos. Realmente
disfrutaba del ambiente relajado antes de Wimbledon".”
Pero Rafter sufrió "una gran sorpresa" en 2001, cuando perdió con Peter Wessels 7-5, 6-4 en primera ronda. "Es probablemente el partido que sobresale en mi mente en Rosmalen".
El australiano tuvo 74-25 (.747) marca de 74-25 (.747) sobre césped - y ganó cuatro de de sus 11 títulos en la superficie.
En 1999 Rafter estaba jugando lo suficientemente bien como quedar dos
veces a una victoria de conseguir el No. 1 en el Ranking Emirates ATP.
Aunque perdió en la final del Internazionali BNL d'Italia de Roma (p. con Kuerten) y semifinales de Wimbledon
(p. con Agassi), el 29 de julio de 1999 se convirtió en el 17° tenista
en alcanzar el NO. 1. Este año la ATP rinde un tributo a los 25 ex No. 1
el mundo como parte del programa Herencia ATP, al cumplirse 30 años
desde que se introdujo el sistema de ranking en 1973.
Han pasado 24 años, 11 meses y 28 días desde que su compatriota australiano John Newcombe
estuvo por última vez No. 1. Newcombe estuvo en la principal posición
durante ocho semanas del 3 de junio al 28 de julio de 1974. Rafter sólo
pudo saborear durante una semana el No. 1 en una temporada donde el
principal sitial estuvo entre cinco jugadores, Pete Sampras, Carlos Moya, Yevgeny Kafelnikov y Andre Agassi.
Sin embargo Rafter siguió con un elevado nivel. Entre 1999 y 2001 estuvo entre los favoritos de Wimbledon, donde llenó galerías con sus habilidades de ataque, estado atlético y personalidad.
"Wimbledon
era una cancha mucho más complicada que la de Rosmalen" dijo Rafter.
"Me gustaba el bote de la cancha, pero siempre me asustaban los primeros
partidos. No me gustaba el corte del césped en la primera semana y era
difícil moverse".
Sus tres semifinales seguidas (récord de 2-1) ante Andre Agassi en El Campeonato vienen de inmediato a la memoria.
"Me superó en 1999" dijo Rafer que perdió con Agassi 7-5, 7-6(5),
6-2. "Fue demasiado para mí en ese partido. Pero los otros fueron
apretados. Me encantaban los duelos ante Andre. Complementábamos
nuestros juegos de gran manera y siempre eran duelos dinámicos".
En 2000, Rafter derrotó a Agassi 7-5, 4-6, 7-5, 4-6, 6-3 y el siguiente año ganó de nuevo 2-6, 6-3, 3-6, 6-2, 8-6.
Perdería la definición ante Pete Sampras en 2000 y ante Goran Ivanisevic 6-3, 3-6, 6-3, 2-6, 9-7 en la final 2001, que se tuvo que disputar en un tercer lunes.
En
el momento en que Rafter jugó su último partido, con 29 años, en
diciembre de 2001, el estilo de saque y red estaba en decadencia. En
siete meses Lleyton Hewitt venció a David Nalbandian en la primera final de Wimbledon entre dos jugadores especialistas de fondo de cancha.
Rafter, que desarrolló 12 años de saque y red, cree que ese estilo aún tiene un lugar en el tenis de hoy en día.
"El saque y red es un juego que debe desarrollarse de joven", dijo
Rafter, que ahora es el capitán australiano de Copa Davis. "Tiene muchos
detalles que deben practicarse.
"El mezclar y hacerlo de vez en cuando es para cualquiera, pero el
hacerlo de forma constante es algo que requiere otro tipo de
pensamiento".
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