El instinto de supervivencia de los
grandes evitó que Rafa Nadal cayera a la lona en cuartos de final del Mutua
Madrid Open. El tirano de la tierra supo escapar de las cuerdas a las que le
empujó David
Ferrer, que estuvo a dos puntos de llevarse el partido (6-5 y
15-30 en el segundo set al resto), pero perdonó. Y perdonar a un killer es
darle oportunidad para que te noquee. Es lo que ocurrió: 4-6, 7-6 (7/3) y 6-0
en 2h:36.
Ferrer tenía delante un muro, el de
seis derrotas consecutivas sobre la arcilla contra Nadal, y no lo supo derribar.
No era fácil. El rey de la tierra batida lleva ya 43 victorias seguidas en
cuartos en torneos de tierra. No pierde en esa ronda y en esa superficie desde
el 2005.
Ferru salió convencido de que a base de
percutir con bolas profundas y restar como un poseso lograría demolerlo. Y en
el primer set lo logró. “¡Rafa, céntrate!”, atronó un espectado“¿Te parece bien marcarme
un warning sin avisarme?”. Y espabiló para lograr su primer
break (3-4)… Pero Nadal no deslizaba a por las bolas, se colocaba con pasitos
cortos quizá por precaución después de la lesión de rodilla y Ferrer le abría
muchos ángulos.
El resumen del partido entre el Manacorí y el de Jabea
La mentalidad de querer ganar del de Jávea le
puso en condiciones de llevarse el primer parcial. El favorito negoció la bola
de set en contra con un segundo servicio y perdió. Nadal acabó esa manga con un
solo punto ganado con segundo saque de los 12 de que dispuso…
En el segundo, Ferrer siguió montándose sobre las
bolas altas de Rafa como un poseso. Y se sucedieron las roturas, tres para cada uno
hasta llegarse al 5-5. Con 6-5 y 15-30 Ferrer se colocó a dos puntos de
llevarse el partido pero falló un drive que valía una semifinal (“salvé la bola
con suerte”, dijo Nadal)… y se acordó de que la tapia que le separa de los
cuatro de arriba está cubierta de espinas. No los aprovechó y abrió la puerta a
un tie-brek que se anotó el número cinco (7/3).
Con Nadal fuera de las cuerdas, sólo tuvo que
tomar la iniciativa para rematar el trabajo. El número cuatro del mundo se había
desenchufado, su mente pensaba en lo que pasó y no en lo que podía pasar
todavía. Y se deshizo hasta encajar un rosco.
El mallorquín se enfrentará a la sorpresa del
torneo, Pablo Andujar.
El wild card local derrotó al cabeza de serie No. 14, Kei Nishikori,
por 6-3, 7-5, en una hora y 51 minutos de partido, y accedió así a la primera
semifinal de un torneo ATP World Tour Masters 1000 de su carrera. Andújar,
quien salió del Top 100 del Ranking ATP Emirates por primera vez desde el
20 de septiembre de 2010 tras caer en la primera ronda del Grand Prix
Hassan II, ya aseguró una posición en las inmediaciones del Top 50
por acceder a semifinales.
Andújar, de 27 años, aumentó a 8-8 su registro sobre polvo de ladrillo esta temporada y continúa con su impresionante racha en la Caja Mágica tras haber dejado en el camino al favorito No.10, Marin Cilic, al estadounidense John Isner y a su compatriota Daniel Gimeno-Traver.
"Estoy muy contento de haber llegado a la primera semifinal de mi vida y que sea en Madrid. Más no puedo pedir", dijo Andújar, quien comentó su partido del sábado contra Nadal que "el favorito es él. Teniendo en cuenta eso, tengo más opciones ante él acá en Madrid que en otro lado, porque es un poquito más rápido y porque jugando a dos sets se nota menos quien es el más malo (risas). En dos sets, el inferior tiene opciones de dar una sorpresa. Mi idea es salir a la pista a disfrutar, como lo he hecho toda esta semana".
Andújar, de 27 años, aumentó a 8-8 su registro sobre polvo de ladrillo esta temporada y continúa con su impresionante racha en la Caja Mágica tras haber dejado en el camino al favorito No.10, Marin Cilic, al estadounidense John Isner y a su compatriota Daniel Gimeno-Traver.
"Estoy muy contento de haber llegado a la primera semifinal de mi vida y que sea en Madrid. Más no puedo pedir", dijo Andújar, quien comentó su partido del sábado contra Nadal que "el favorito es él. Teniendo en cuenta eso, tengo más opciones ante él acá en Madrid que en otro lado, porque es un poquito más rápido y porque jugando a dos sets se nota menos quien es el más malo (risas). En dos sets, el inferior tiene opciones de dar una sorpresa. Mi idea es salir a la pista a disfrutar, como lo he hecho toda esta semana".
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