Con 32 años y un récord de 17 títulos de Grand Slam, Roger Federer puede ser perdonado por apegarse a su plan de juego. Pero adentrándose en su Grand Slam número 57 con una raqueta de marco más grande y con el campeón Stefan Edberg como nuevo entrenador, Federer adopta con lógica una nueva perspectiva en su forma de jugar: ser agresivo. Tras una de sus victorias mas dominantes de la temporada, al perder tan sólo tres juegos en los dos primeros sets contra Blaz Kavcic hoy, parece que funciona.
“En estas condiciones y con la pista dura, es lo que
estamos intentando hacer, sobre todo al principio del torneo, sin tomar riesgos
innecesarios”, dijo Federer sobre su estilo de juego más ofensivo. “He sido
demasiado agresivo por momentos, pero prefiero hacer eso que ser demasiado
pasivo. Pero los errores se incrementan a su vez”.
“Es algo que he estado intentando hacer un poco hoy,
mezclar. Variar el servicio, también entra en ello. Estuve al control en mi
saque. Eso es lo más importante para ser sólido como una roca”.
El éxito no es infinito y Federer, al bajar al sexto
favorito en el Abierto de Australia este año por primera vez desde 2003, espera
que una transición a un juego más ofensivo le vuelva a igualar a sus enemigos
dominadores Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray, sembrando una nueva era
de éxitos. Su pasión por el circuito es una constante en su aproximación al
tenis.
“Me gustan las facturaciones en los aeropuertos. Hacer
las maletas es divertido. ¿Qué mas? jugar a 42 grados”, bromeó el suizo.
“Es como viajar con un circo en cierto modo. Montas
tus carpas, y te quedas ahí por un tiempo. El tenis es algo que disfruto
realmente, y hacer todo esto con mi esposa e hijas esa algo de lo que me
alegro, que todo está funcionando. Actualmente logramos que funcione y lo
disfrutamos todos yendo a distintos sitios.”
A pesar de contratar a Edberg, uno de los más
prolíficos en saque y volea del juego, una transición de ataque a la red nunca
ha sido el objetivo.
“Probablemente fue uno de los mejores de todos los
tiempos en el juego de saque y volea”, dijo Federer de Edberg. “Se movía tan
suavemente y lo hacía tan bien. Así que, por supuesto, si me puede dar algún
consejo en el saque y volea y en las voleas en general, eso estará muy
bien".
“Pero he trabajado mucho con Tony Roche en mis voleas
también, a lo largo de mi carrera de todos modos, por lo que no contraté a
Edberg solamente por mis voleas o por el juego de transición”
Mientras Federer admite que no siente presión al jugar
delante de su ídolo de la infancia convertido en entrenador, una línea de
grandes del tenis tal vez sea la respuesta para acercar al suizo a la red.
“Por supuesto si todos estuviesen sentados en una
línea, como 20 chicos, sería una historia distinta. Creo que prefiero mejorar
mis voleas un poco porque todos suelen volear mejor que yo. Y eso me hace
sentirme mal. Pero tal vez tengo otras cosas. No lo sé.”
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